-
Arquitectos: Estudio Lamela, Rogers Stirk Harbour + Partners
- Área: 1100000 m²
- Año: 2005
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La Nueva Área Terminal del Aeropuerto internacional Madrid Barajas (T4) se ubica 3 Km al norte del antiguo Barajas (terminales T1, T2 y T3). Con un programa de necesidades muy extenso y complejo, el conjunto mantuvo la idea original del concurso, respondiendo a una organización básica compuesta por tres edificios:
Un Aparcamiento de vehículos de 310.000 m2, con capacidad para 9.000 plazas.
Un Edificio Terminal, próximo al Aparcamiento y separado de éste por las dársenas de acceso de vehículos. Está pensado para los vuelos nacionales y Schengen (es decir, con destino a países de la Unión Europea). Con cerca de medio millón de metros cuadrados construidos (distribuidos en 6 niveles), cuenta con 174 mostradores de facturación y con 38 posiciones de contacto de aeronaves, a través de pasarelas telescópicas ubicadas en el dique de embarque, el cual tiene una longitud de 1,2 km.
El Edificio Satélite, situado entre las nuevas pistas (separado del Terminal unos 2 km), alberga la totalidad de los vuelos internacionales no Schengen de la NAT. Contará además con una zona adaptable a todo tipo de destinos: no Schengen, internacional, nacional y Schengen (como posible complemento al edificio Terminal). El edificio tiene casi 300.000 metros cuadrados y 26 plazas de estacionamiento de aeronaves. Si el tráfico aéreo continúa aumentando, se contempla la posibilidad de construir un segundo satélite.
El edificio Aparcamiento se compone de 6 módulos independientes funcionalmente, pero unificados visualmente mediante los revestimientos exteriores y una cubierta vegetal de 56.000 m2. El acceso directo al Aparcamiento en vehículo desde los viales (sin necesidad pasar por las dársenas) se produce atravesando uno de los seis pasos con barrera, en donde se asigna automáticamente a cada vehículo una plaza de estacionamiento. Desde el aparcamiento se llega directamente al edificio Terminal mediante una pasarela peatonal de conexión. Ambos edificios, Aparcamiento y Terminal, se encuentran separados por las Dársenas. Se trata de la zona donde confluyen autobuses, taxis, metros, trenes y vehículos particulares, a modo de intercambiador de transportes. Espacialmente, las dársenas se componen de una serie de viales y plataformas a diferente nivel, resguardados todos ellos bajo la prolongación de la cubierta ondulada del Terminal.
El Edificio Terminal está caracterizado por tres módulos lineales (Facturador, Procesador, Dique), cumpliendo diferentes funciones según los flujos de pasajeros (llegadas o salidas). Recepción de pasajeros, facturación, control y embarque para vuelos de salida; desembarque, recogida de equipajes y salida de pasajeros del edificio, para vuelos de llegada.
Éstos módulos están separados entre sí por los denominados cañones, que se presentan como grandes grietas de luz mediante las cuales se consigue iluminación natural en los niveles inferiores del edificio. Así pues, los cañones forman parte de la estrategia medioambiental global –iluminación natural, calidad del aire, entorno natural– que permite incorporar la utilización de energías alternativas, la reducción de consumos energéticos y, consecuentemente, la de gastos de mantenimiento y conservación. En estos espacios es donde se producen todos los movimientos verticales de los pasajeros, ya sea por escaleras, rampas o ascensores. Además constituyen un elemento importante para la orientación del pasajero, puesto que marcan la secuencia de acciones que tiene que desempeñar el pasajero en su trayecto de llegada o de salida.
La existencia de un edificio Satélite, separado del edificio Terminal, se debe a varios motivos. El principal de ellos es la segregación de funciones. Es decir, se presentaba la necesidad de crear un edificio capaz de separar los flujos de pasajeros debido a temas de seguridad en los vuelos no Schengen. Para ello, se ha dotado al dique de Satélite de una zona elevada (nivel +2) por donde segregar el flujo de llegadas no Schengen e internacionales. De este modo se evita la mezcla de pasajeros de llegada y salida de estos vuelos.
La separación de los edificios Terminal y Satélite atiende a motivos aeronáuticos como son la situación y extensión de las pistas de aterrizaje y despegue (existentes y nuevas). Los dos edificios están conectados mediante un túnel que discurre bajo las pistas. El túnel consta de dos pisos con tres vanos en cada uno. El nivel superior dispone de dos zonas laterales de aproximadamente 10 metros de ancho para la circulación de vehículos autorizados (un vano para cada sentido) y un vano central de 13 metros, por donde discurre el Transportador de Pasajeros (APM; Automatic People Mover). La sección inferior, con tres huecos de idénticas dimensiones, está destinada en su totalidad al sistema automatizado de tratamiento de equipajes (SATE).
La totalidad de los pasajeros usuarios del NAT Barajas han de pasar por el edificio Terminal, cualquiera que sea su tipo de vuelo y ya sea en recorridos de salida o de llegada. Esto se debe a que es en el Terminal donde se concentran las funciones de facturación y de recogida de equipaje. Unificando el diseño con la función, la utilización de sistemas automáticos de transporte de pasajeros (ascensores, escaleras mecánicas y pasillos rodantes) junto con el sistema automático de tratamiento de equipajes (SATE) posibilitan el movimiento en paralelo tanto de los equipajes como de los pasajeros. De esta forma, el edificio Satélite queda reservado principalmente para los controles de seguridad propios de los vuelos internacionales y el embarque/desembarque de este tipo de vuelos. Existe un acceso directo al Satélite desde los viales exteriores, pero éste está reservado sólo para personal autorizado, no para los usuarios del aeropuerto.
El volumen total de pasajeros que será capaz de albergar el Nuevo Barajas, incluidas las terminales T1, T2 y T3, será de 70 mill/año, con una posibilidad de movimiento de 18.000 pasajeros en hora punta. A pesar de la magnitud de la actuación, todo el diseño del NAT Barajas pretende ofrecer un área funcional y cómoda para el pasajero, un espacio urbanístico y arquitectónico con escala humana, tanto externa como interna, y alcanzar una máxima armonía con el entorno, reduciendo al mínimo posible el impacto medioambiental.